Después de 40 años de docencia en la jungla romana, Michele consigue ser destinado al Instituto Cesidio Gentile, conocido como Jurico: una escuela formada por una única clase multigrado, con niños de 7 a 10 años, en el corazón del Parque Nacional de los Abruzos. Con la ayuda de la subdirectora Agnese y los niños, supera su incompetencia metropolitana y se convierte en uno de ellos. Sin embargo, cuando todo parece ir bien, llega la noticia de que el colegio, por falta de matrículas, cerrará en junio. Comienza así una carrera contra el tiempo para evitar su cierre de cualquier manera.